La Rioja Española: Tierra de Mil y Un Vinos

La Rioja Española: Tierra de Mil y Un Vinos

No cabe duda que la Rioja es la zona vitivinícola más conocida y exitosa fuera de España. Existen otras regiones ibéricas que le van pisando los talones, pero ninguna conlleva una historia tan profusa y fascinante como la de esta región de vinos. Sus bodegas y vinos se encuentran entre los más recordados y reconocidos mundialmente. Quizá Bordeaux le haga un poco de sombra, pero no tanto más. Se dice que esta región ya producía vino durante la ocupación romana. Sin embargo, el auge o, el periodo de un significativo progreso-crecimiento, se inicia a mediados del siglo XIX, cuando productores viñateros franceses de Burdeos (Bordeaux), llegan a la zona a abastecerse de vino. Debemos mencionar que son sólo 400 kilómetros los que separan Logroño de Burdeos.  La primera ola francesa fue por causa del hongo Oidium, y la segunda, fue por causa de la plaga de la filoxera (un áfido-pulgón). Los dos de origen norteamericano. Esto generó que muchos vitivinicultores y enólogos galos trajeran consigo sus técnicas y avances, tanto de campo como de bodega. Es remarcable que una buena cantidad de ellos se establecieron permanentemente en el área. Indiscutiblemente, un grupo de españoles vio en esta coyuntura, una tremenda posibilidad de intercambio comercial. Entre los pioneros de la Rioja, tenemos a Don Manuel Quintano, el General Espartero Duque de la Victoria (por cortísimo tiempo, Primer Ministro de España), el Crnel. Luciano de Murrieta y García-Lemoine (Ygay), nacido en Arequipa, Perú, y Camilo Hurtado de Amézaga (Marqués de Riscal). Todos ellos mejoraron la calidad, las técnicas de elaboración y, el uso del roble (barricas), no sólo para el transporte del vino sino también, para su crianza. Todo este avance se vio detenido por las guerras mundiales y por la guerra civil española. Sin embargo, y a pesar de tantas idas y vueltas, la Rioja logró posicionarse como uno de los mejores viñedos de España, logrando así, en 1991, la codiciada D.O.C. (como un DOCG italiana), la que sólo comparte con la zona del Priorato (Cataluña).

Marcada por el río Ebro y sus afluentes; siendo uno de ellos, el río Oja, el que le dio el nombre a esta comunidad autónoma. En ella distinguimos tres regiones: la Rioja Alta, la Rioja Alavesa y la Rioja Baja. Cada una con características propias y muy perceptibles, siendo la Alavesa, la más pequeña, con 316 Km2. La Rioja está protegida por dos cadenas montañosas: norte, cordillera Cantábrica y, al sur, por la sierra de la Demanda. La sureña Rioja Baja, por lo tanto, es la de clima más “mediterráneo”.

Los vinos que encontramos, son, por clasificación general: blancos, rosados y tintos. Últimamente, el Consejo Regulador de la Rioja, ha permitido la elaboración de espumantes de calidad (cava) blancos y rosados. Esto posibilita un deseado acceso a un nicho importante e interesante.

La Rioja Española: Tierra de Mil y Un Vinos

Para la clasificación por edad, parten por los vinos Cosecha o Genéricos, siguen, Crianza, Reserva y Gran Reserva.

Las uvas tintas permitidas son: tempranillo, garnacha, mazuelo, graciano y Maturana tinta

Las uvas blancas permitidas son: viura (macabeo), tempranillo blanco, verdejo, garnacha blanca, sauvignon blanc, chardonnay, malvasía y turruntés (ninguna relación con la torrontés argentina).

En la Rioja hay una perenne búsqueda de pasar completamente el carácter del “terroir” al vino. En las próximas entregas, les iremos explicando cada una de las variables que enriquecen la formula ganadora de esta excelsa zona vitivinícola española.

Mientras tanto, los invitamos a buscar ya un vino riojano en nuestras tiendas. Tenemos selectas y magníficas etiquetas de las mejores bodegas.

Roberto Viacava Duffy, Sommelier y Consultor en Vinos y Bebidas Espirituosas. Colaborador de La Canastería.