Hoy presentamos dos Ales con mucha personalidad y predominancia en el mundo cervecero, que nos estregan una extensa y compleja paleta de sabores y aromas: la Cerveza Trapense (trappist beer) y la Strong Golden Belgian Ale. Ambas se pueden encontrar, con más o menos facilidad, en las góndolas de los principales supermercados o en los estantes de las tiendas especializadas. Sin mayor preámbulo pasamos a explicarles las características, orígenes y virtudes de estas dos extraordinarias “ales”:
Trappist Beer – Cerveza Trapense
Trappist (de abadía trapense – origen: Bélgica): Es casi una D.O. Sólo unas cuantas abadías trapenses en Bélgica, Holanda, EUA, Austria, EUA, Francia, España e Italia pueden llevar el sello “Trappist”. Suman unas 13, siendo Bélgica la que mayor número de ellas posee: seis en total. Son estos monasterios cistercienses los que elaboran la cerveza, y sólo aquellas que se elaboran dentro de sus muros puede llevar el afamado sello. Sus estilos se pueden resumir en los siguientes: ale dorada (Golden Ale), doble (Dubbel), triple (Trippel) y cuádruple (Quadrupel). Cada uno, con un volumen alcohólico distinto, variada mezcla de granos, malteados de diversa intensidad e ingredientes (especias entre otros) de múltiples orígenes. Todos ellos, singulares e inimitables. Esto se debe a que los monjes guardan sus recetas e ingredientes bajo siete llaves. Para destacar: Westmalle, Chimay, Orval, La Trappe, Achel, Zundert, Stift Engelszell.
Debemos mencionar que, en el mercado, por otro lado, cohabitan cervezas bajo el nombre de “abadía”, que son aquellas producidas por compañías cerveceras comerciales bajo licencia de algún monasterio (utilizan la receta del monasterio) o, que se etiquetan con algún término religioso e imitan los estilos monásticos trapenses, p.ej. Leffe, Maredsous. Por lo general, son cervezas de buena intensad, con marcado carácter a malta, especiadas, cálidas, frutales y tenuemente ácidas.
Strong Golden Belgian Ale
Ale Fuerte Dorada (Strong Golden Ale – Bélgica): Intensas en su color dorado, generalmente turbias a la vista, y con volúmenes de alcohol sobre el promedio. Estas cervezas están llenas de frutas, notas dulces, cítricas, y con una excelente presencia del lúpulo. Muy carbónicas por tener segunda fermentación en botella. Son firmes, vivas y sabrosas. La más popular es la Duvel (diablo en flamenco). Su intenso color dorado es normalmente coronado por una espuma blanca semi compacta pero muy persistente. Se muestran complejas en aromas que seducen, y que recuerdan a: guayabas, pepinos (fruta), plátanos y cítricos, que entrelazan con algunas notas a especias y de panadería. Revelan un lado verde a hierbas aromáticas que acompaña. En boca, hay sólidos sabores de la malta que se equilibran con la fuerza del lúpulo y el ímpetu del alcohol. Son de carácter amplio y muy consistentes. Las cervezas de este estilo, llevan por lo común, nombres vinculados al diablo.
Al probar alguna cerveza de estos dos insignes tipos de Ale, hagamos el ejercicio de encontrarles un maridaje ideal. ¡Buena suerte!
Roberto Viacava Duffy, Sommelier y Consultor en Vinos y Bebidas Espirituosas.