Tinta Fina, Tinta del País, Ull de Llebre, Tinta de Toro, Cencibel, Ojo de Liebre, Aragonez y Tinta Roriz (Portugal), son algunos sinónimos de esta apreciada uva. Es la uva tinta más popular de España y una de las más plantadas. Ocupa aproximadamente un 20% del área total cultivada. Sobre sus orígenes se ha especulado bastante, y como sucede en la mayoría de los casos, las historias carecen normalmente de bases científicas. Se creía que unos monjes franceses de la Borgoña, en su constante peregrinar, llevaron algunos esquejes a España, que fueron dejando en distintos monasterios ubicados en el norte de la Península. De ahí que algunos catadores, encuentran algunas “similitudes” entre la Pinot Noir y la Tempranillo. Sin embargo, hace una década atrás, investigadores ibéricos determinaron con rigor que esta noble uva proviene del cruce de la Albillo Mayor, una uva blanca que crece en la zona central de España (preponderantemente en Castilla y León), y de la uva tinta Benedicto, casi desaparecida (algunas pocas hectáreas en Navarra, Aragón y Madrid). Al parecer, este cruce sucedió unos cinco siglos atrás. Este certificado de nacimiento se basa en la referencia que hace el agrónomo toledano, Gabriel Alonso de Herrera, sobre la uva “aragonez” en su libro sobre agricultura editado en 1513. Como ya hemos visto, Aragonez, es sinónimo de la Tempranillo en Portugal, sobre todo, en la región de Alentejo.
Podemos decir que las zonas que se benefician mejor de las características de esta variedad son las de Castilla y León (Ribera del Duero, Toro) y Rioja (Rioja Alta y Rioja Alavesa). La Mancha, Costers del Segre, Somontano y Navarra, debido a que poseen un clima continental y cuentan zonas con relativa altura, están obteniendo excelentes vinos cuya relación calidad-precio va más allá del promedio. En muchos casos, dependiendo de la particularidad del lugar donde se ubican los viñedos, la Tempranillo irá en mezcla (o Blend) con otras uvas. Por lo general, se hace para tonificar el producto final. En la Rioja, por ejemplo, utilizan las uvas Graciano, Mazuelo, Garnacha o Viura para el corte final.
La Tempranillo necesita calor para ajustar sus taninos y darle firmeza a su estructura, así mismo, la necesita para engrosar su piel (aromas y tanino) y elevar los niveles de alcohol. Su tendencia normal es poseer niveles medios de acidez, por lo que la variable “frío” es esencial dentro de la ecuación de equilibrio. Bajas temperaturas nocturnas le conceden delicadeza, elegancia y buena acidez. Intrínsecamente, es ya una uva poco oxidativa, y al nutrirse de una rica acidez, obtiene ese enorme potencial para un prolongado envejecimiento. Adicionalmente, la simbiosis-sinergia de esta uva con las barricas de roble americano es extraordinaria. Como cuenta la historia, el uso del roble fue introducido en la península ibérica por viñateros bordeleses, cuando éstos iban a vinificar o a adquirir vino a la Rioja durante la etapa de la filoxera en Francia. La vainilla, el coco, el caramelo, o suaves torrefactos, son parte de las propiedades que todo sobresaliente vino de Tempranillo detenta.
¿A qué huele y sabe un vino de Tempranillo?
A muchas ciruelas, grosellas negras y frambuesas, pimienta, tabaco, especias dulces, caramelo, vainilla, coco, frutos secos, notas ahumadas, hierbas aromáticas (tomillo, romero), torrefactos. Es de taninos muy presentes, pero jugosos, viva acidez y firme estructura. El tiempo es un buen aliado, siempre y cuando, el vino se conserve de manera óptima. Redondeará taninos, tornará más dulce la fruta y desarrollará un leve bouquet. La Tempranillo es una buena interprete-traductora de su “terroir”, sin falsas modestias o ambages. Siempre en franca y directa comunicación.
Vinos que provengan de Ribera del Duero – Vinos de la Tierra de Castilla y León, La Rioja (Alta y Alavesa) y La Mancha, van a la delantera. Navarra, Somontano y Cataluña siguen. Argentina, Australia y Portugal nos pueden mostrar una atractiva variante de esta vid.
Magnífica oportunidad para conocer y deleitarnos de esta aromática uva española. No dejen de contarnos su experiencia.
Roberto Viacava Duffy, Sommelier peruano y Consultor en Vinos. Colaborador de La Canastería.