¿Con qué vino combino mi carne?
No hay nada en este mundo que nos regocije más que disfrutar un buen corte de carne con una copa de vino. Pero para que esto sea así, ¿cómo hacemos para elegir el vino adecuado?
En La Canastería estamos motivados a que esto se cumpla, ayudándolo a elegir el mejor vino para el mejor corte de carne. Y para esto, les presentamos aquí una guía práctica y simple de cómo hacerlo.
Lo primero es seleccionar nuestro corte de carne: ¿con grasa o sin ella? ¿Res o cerdo? Ese el punto de partida que más nos va a ayudar a elegir rápidamente.
Si pensamos en un corte de res sea picaña, bife angosto, bife ancho o entraña busquemos vinos con un buen nivel de acidez y taninos, y que además posean un buen grado de intensidad. Si el corte es de buena calidad, vayamos por vinos varietales de Cabernet Sauvignon, Malbec, Tempranillo, con crianza media (roble). Una carne a la parrilla o al horno, sólo con sal y quizá una pizca de pimienta, se verá bien recompensada si en la copa va un Malbec mendocino o un tinto de la zona de La Mancha, España. Al subir de calidad, y decidirnos por un corte Angus, nos encontramos ante una carne que potencia textura, sabores y aromas, de igual forma tendrá que ser el vino. Sugerimos irnos a aquellos criados por meses en barricas de roble, en donde los taninos se han afinado y el roble ha hecho su aporte de sabores y aromas. Pueden ser univarietales o blends. Por lo general reconocemos a los vinos reserva o gran reserva en este nivel, o los que comercialmente se conocen como gama alta.
Cortes magros como la colita de cuadril y el lomo se realzan con un Tempranillo ligero, un Malbec clásico, o con un Cabernet Sauvignon argentino, lo suficientemente amable como para acompañarlos. Nunca fallan.
Si nos decidimos por un corte de cerdo, cuya carne no sólo es sumamente deliciosa sino también, altamente flexible para cualquier tipo de vino. Bondiolas, pancetas o tomahawks, van bien con tintos, blancos o rosados. Una elección inusual pero bien pensada, es la de acompañarla con vinos rosé provenientes de las uvas Malbec, Syrah o Cabernet Sauvignon. Los rosados de la región de Rioja en España combinan de manera excelente también. Así mismo, lo será un vino blanco Chardonnay con o sin crianza; y en caso de ser un tinto, pidamos uno con buena fruta y de taninos redondos. Verán que con cualquiera de ellos son excelentes opciones para maridar el cerdo.
Un consejo adicional que nace de muy buenas experiencias: Acompañen las entrañas o los chorizos con un Torrontés mendocino. Verán que el sabor perfumado del Torrontés en combinación con las mollejas, chinchulines o chorizos los dejará cautivados.