El amor no sólo es complicidad y romance, también es regocijo y entusiasmo. Sabemos que no alcanzarían palabras para definir exactamente lo que es esa sensación. De lo que sí estamos seguros es que una copa de vino posee la magia de renovar, de rejuvenecer o de iniciar una historia de amor. Así que rindámonos sin mayor renuencia y dejemos que el afecto fluya a través de una copa de vino.
¿Y por qué el vino? Este fermento, en la historia de la humanidad, ha sido siempre un elemento esencial para agrupar o para unir a las personas. Desde los bacanales hasta los simposios, en las celebraciones más importantes y, en cualquier otra manifestación humana que demande cercanía. Por otro lado, están los efectos del alcohol contenido en el vino, que como señalamos en un artículo anterior, tiene la virtud de dilatar las arterias, lo cual ayuda a disminuir la presión sanguínea y nos va relajando paulatinamente. Paralelamente, hará que las glándulas hipófisis vayan liberando las tan ansiadas endorfinas, también conocidas como las “hormonas de la felicidad”. Otra variable que lo relaciona al amor es su color. Las tonalidades del amarillo de los vinos blancos o las de rojo rubí o granate de los vinos tintos son vitales para esa unión. En nuestra cultura, el amarillo está vinculado a la alegría, la celebración y a la energía. Es un color cálido y sensual. Así mismo, el rojo delata pasión, calor, mejor dicho, es el color del amor por excelencia: rosas o corazones siempre son rojos.
Bueno, suficiente con el parloteo, ¿qué vino elegir para que sea amor a primera copa? Aquí les sugerimos qué elegir para un romántico y ameno Día de San Valentín:
Burbujas: Espumosos, sea Champagne o Cava, fragolinos, de aguja, lambruscos; todo lo que contenga burbujas siempre colaborará en crear el ambiente idóneo para una cita ideal. Y si hay frutas frescas para picar, como duraznos, fresas, frutillos rojos, mucho mejor.
Malbec: La flexibilidad, amabilidad y moderación de los vinos de esta uva son lo ideal para el disfrute en pareja. La ventaja de estos vinos es que son de una frutosidad y de una suculencia incomparables.
Pinot Noir: Aromas y sabores plenos, con mucho fruto de bosque, especias, y ciertos toques florales. Delicados y deliciosos, otorgan el chispazo inicial para una larga y entretenida conversación. Si van a un restaurante sofisticado, esta es la uva para elegir.
Merlot: Sus vinos son suaves, de aromas dulces, muy flexibles y capaces de ser bebidos con diversos platos. De taninos redondos que deja buena sensación en boca. Entre sus aromas y sabores están los de las grosellas, el chocolate, violetas, trufas y cuero.
Vinos de Postre: Una magnífica elección para terminar una cena romántica. Cosechas Tardías, Sauternes, Moscateles, Tokajis, son óptimos para acompañar un postre final
Desde aquí les deseamos un extraordinario Día de San Valentín en perfecta compañía.
Roberto Viacava Duffy, Sommelier peruano, Consultor en Vinos y Licores y colaborador de La Canastería