La Malbec: De la Argentina con Amor

Definitivamente, cuando se le pregunta a cualquier consumidor promedio sobre el origen de esta uva, va a responder casi unánimemente: ¡Argentina!

La Malbec: De la Argentina con Amor

Muy pocos saben que la cuna de la Malbec se encuentra en el sudeste francés (Cahors, Buzet), y que ahí se le llama “Cot Noir” o “Auxerrois”. Adicionalmente, esta uva forma parte minoritaria del grupo de uvas tintas de Burdeaux; su área cultivada no llega ni al 1.5% en esta región. Esta disminución fue causada por ser muy propensa a sufrir los embates de enfermedades y de plagas. La Merlot y la Cabernet Franc la reemplazaron, y luego, en 1956, hubo una terrible helada en Bordeaux, que terminó por mermarla.

Es probable que haya llegado a la Argentina de la mano de Domingo Faustino Sarmiento y del francés Michel Aimé Pouget, hacia mediados del siglo XIX. Algunas teorías indican que es probable que hayan sido esquejes de Malbec de Bordeaux y no del sudoeste francés. Esto se deduce porque las características organolépticas de los vinos elaborados con esta uva en la Argentina son muy parecidas a las aportadas por sus pares bordeleses. 

Sin embargo, a pesar de que ahora goza de un gran aprecio en el país gaucho, entre 1983 y 1993, se erradicaron una gran cantidad de hectáreas de esta uva tinta para dar paso al cultivo de variedades con gran rendimiento, enfocándose la producción en la cantidad y no en la calidad. 

La Malbec: De la Argentina con Amor

Es durante la década de los 90 que la bodega Catena Zapata empieza una operación de rescate de la Malbec, mostrándole al mundo que de esta uva se podían obtener vinos de excelente estilo, potentes, redondos, con gran capacidad de envejecer y con una intensidad de fruta poco usual. Eso sí, había que encontrarle un “terroir” apto, para que pueda potenciar su tipicidad y sus propiedades innatas. Zonas templadas, con baja humedad y pocas precipitaciones, buena luminosidad (ninguna relación con temperatura) y suelos sueltos, permeables, profundos y arenosos son sus principales aliados. Luego de Catena, siguieron otras bodegas que empezaron a vinificar la Malbec como monovarietal o en corte: Norton, Fabre Montmayou, Michel Torino, Etchart. 

¿Cómo es la Malbec?

La Malbec: De la Argentina con Amor

A la vista presenta colores tan intensos y oscuros que en ciertos casos pueden llegar a confundirse con el color negro o el de la tinta china.  Estos colores están definidos por el rojo cereza-rubí, violáceos-purpúreos o el rojo guinda. 

Sus aromas principales están conformados por las cerezas, guindas, ciruelas, pimienta, cuero, trufa, violetas, tabaco entre otros. Notas de café, chocolate y vainilla, se obtienen por su paso por barrica. Cuero y trufa aparecen con un tiempo de guarda en botella. Algunas veces debido a la altitud del cultivo pueden aparecer toques de hierba buena. 

En boca, aparecen sabores a mermelada de ciruela, dulce de guinda, chocolate, frutas secas, vainilla y algunos balsámicos. Los vinos son cálidos, de vivaz acidez, suaves, de taninos muy presentes y redondos, que aportan gran estructura y consistencia.

Debido al éxito argentino con esta uva, otros países aprovecharon el impulso: Chile, Australia y Nueva Zelanda, están vinificando exquisitos Malbecs (¿O Malbecks?).

Ya se viene el Malbec World Day (Sábado 17 de abril), así que vayamos acondicionando los sentidos y el paladar a estos maravillosos vinos. ¡Salud!