Las últimas noticias que llegan de esta maravillosa zona no son para nada alentadoras. La cosecha del 2022 ha sido sacudida por dos factores externos negativos: la extrema ola de calor que azota Europa y, un incontrolable incendio forestal. Este último, en las cercanías de los más importantes viñedos de Bordeaux, lo que pone en riesgo inminente la calidad final de la uva. Golpe fortísimo, que estamos seguros, los experimentados viñateros bordeleses sabrán superar ampliamente, como hicieron en tantos otros acontecimientos adversos. Poniendo los contratiempos de lado, ajustamos rápidamente la marcha para recorrer el último tramo de esta aventura enológica.
4. Entre-deux-Mers: Significa “entre dos mares”, debido a que esta área se encuentra entre los ríos Garonne y Dordogne. Aquí se producen tanto vinos blancos como tintos. También se elaboran rosados y espumantes. Sus suelos presentan cuotas de arena, limo, arcilla, sílice y restos sedimentarios. Los vinos blancos de calidad reciben la apelación “Entre-deux-Mers”. Poseen buena acidez y mineralidad. La mayoría de vinos con AOC Bordeaux y AOC Bordeaux Supérieur proceden de esta circunscripción. Las uvas que componen sus vinos son: Sémillon, Sauvignon Blanc, Muscadelle para los vinos blancos. En ínfimo porcentaje encontramos algo de Colombard y de Ugni Blanc. Los vinos tintos poseen Merlot, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon. Podríamos afirmar que aquí encontramos vinos con una alta relación calidad-precio.
5.- Sauternes: La más famosa zona de vinos blancos dulces por excelencia. Entrar a una tienda especializada en vinos de Sauternes es como entrar en una joyería: blancas botellas que dejan traslucir el dórado-ámbar de sus vinos, etiquetas y cápsulas de áureo brillante; todo relumbra. El más famoso de todos estos vinos es el Château D’Yquem, el único que detenta la clasificación de “premier cru supérieur”. La fama de estos vinos se debe a un hongo llamado “botrytis cinérea”, que adelgaza la piel de la uva, lo que permite una evaporación natural del agua contenida en la pulpa, concentrado azúcares y acidez. A esta alteración se le conoce como “podredumbre noble”. Este hongo aparece en las uvas por acción de la humedad matutina que emana del río Ciron, un afluente del Garonne. El calor diurno atenúa la impetuosidad del hongo y evita que éste perfore la piel de la uva, evitando la pérdida total de la baya. Las uvas se recolectan a mano, una por una, y sólo las que presentan una podredumbre óptima. Ya nos explicamos el porqué de sus altos precios y de su singularidad. Los vinos de Sauternes pasan por barrica y pueden añejar en la botella por décadas. Las uvas que componen estos maravillosos vinos son: Sémillon, Sauvignon Blanc y Muscadelle. El “foie gras” es su mejor complemento.
6. Saint-Émilion y Pomerol: Fueron los romanos los primeros en ejercer la viticultura en esta zona. Rica en historia y tradición. Los vinos tintos dominan e imperan a voluntad, al igual que las uvas Merlot y Cabernet Franc sobre la Cabernet Sauvignon. Podemos encontrar desde los más finos y expresivos hasta los más tánicos y rústicos. Los vinos de Saint-Émilion están clasificados en Premier Grand Cru Classé (a) y (b) y, Grand Cru Classé. Por ejemplo, en la PGCC (a) están los grandes vinos tintos Cheval Blanc y Château Ausone. Pomerol, en cambio, clasifica sus vinos por su estilo. Son tres: 1. Fino, Generoso y Elegante (Petrus, Ch. La Conseilante, L’Évangile); 2. Firme, Tánico, Largo y Elegante (Trotanoy, Ch. Nenin, Ch. Le Pin); 3. Mullido, Abierto y Rústico (Latour à Pomerol, Ch. Bonalgue, Ch. Moulinet).
Gracias por acompañarnos en este cautivante paseo por los viñedos de Bordeux; ¡Santé!
Roberto Viacava Duffy, Sommelier peruano, Consultor en Vinos. Colaborador de La Canastería.