No hay manera de que no vayan juntos, y esto ha sido así por los últimos cuatrocientos años. Los romanos fueron los primeros en utilizar el corcho de manera extensiva para sellar sus ánforas. Esta práctica cayó en desuso con el advenimiento de la edad media, para luego ser recuperada por el monje francés Dom Pierre Perignon.
El tapón que normalmente encontramos en una botella de vino o de espumoso está hecho de corcho (del Quercus Suber o árbol del Alcornoque). Es un tejido vegetal que se encuentra debajo de la corteza de este tipo de roble. Al igual que la botella, el corcho inicia una relación más cercana con el vino a partir del siglo XVII.
El corcho fue inicialmente elegido por sus siguientes características: compacto, elástico, micro poroso, ligero, aséptico y, sobre todo, porque no lo afecta la temperatura y porque raramente se pudre. Puede durar puesto en la botella hasta 50 años. El Quercus Suber se encuentra en las zonas del Mediterráneo occidental (España y Portugal). El corcho, además de actuar como aislante, sirve también para reconocer el tipo de vino que tenemos entre manos.
Tipos de tapón:
De alta calidad o fino: son destinados para vinos de guarda prolongada. Son compactos, elásticos, lisos, muy suaves al tacto, no presentan poros ni estrías. Resistente al pirograbado. Largo: de 5 cms. a 5.5 cms. Su color puede ser claro u oscuro. Se le suele llamar corcho flor.
Comercial: Son los que encontramos en la mayoría de las botellas de vino. Presentan estrías y poros (lenticelas). Son más compactos, por lo tanto, menos elásticos, su superficie es menos lisa, resiste el pirograbado. Largo: 3.5 cms. – 4 cms.
Conglomerados o prensados: Son elaborados a partir de pequeños trozos; aserrín de corcho y poliuretano. Carecen de poros o estrías. Pueden llevar pirograbado. Largo: 3 cms. – 4 cms.
Compuestos: Aquellos que presentan uno o más discos de corcho de un solo filón en un extremo o ambos. El cuerpo es conglomerado. P.Ej. El corcho de los Champagnes.
Tapones sintéticos, Tapas Rosca (Screw Caps): Elaborados de PVC o siliconas. Largo: variable. Vienen en diversos colores. Se utilizan para vinos jóvenes. En éstos últimos es casi usual encontrarlos con screw caps o tapas rosca.
La botella permite una buena presentación y una cómoda distribución o transporte del vino, además, el envase posibilita conservar y desarrollar mejor las cualidades del vino. El vidrio es una sustancia amorfa, insoluble, resistente a la acción de los ácidos y sustancias bases; adicionalmente es inerte y no se altera al contener líquido alguno. El color de la botella dependerá de la proporción de óxidos de hierro que posea. El color tiene gran importancia para la protección del vino ante la acción de la luz, mientras más oscuro mejor. Paradójicamente se utiliza un vidrio menos oscurecido o de tonalidad neutra en muchos vinos blancos, debido a que éstos deben ser consumidos en su juventud (dos años máximo).
Otro ejemplo de la relación vino-tipo de vidrio son los vinos generosos; éstos suelen embotellarse en vidrio negro o muy oscuro ya que son especialmente sensibles a la luz (el Jerez y el Porto).
Observemos con detenimiento qué tipo de tapón y de botella posee nuestro vino favorito.
Roberto Viacava Duffy, Sommelier peruano y Consultor en Vinos. Colaborador de La Canastería.